Huesos de soldados polacos caídos del siglo XIX desenterrados en Eslovaquia
En 1848, las revoluciones se extendieron por toda Europa contra las monarquías de la época. Este período, conocido como la Primavera de los Pueblos, fue marcado por una serie de levantamientos que buscaban reformas políticas y sociales.
En este año tumultuoso tuvo lugar una importante batalla cerca de Košice, hoy en el este de Eslovaquia, conocida como la Batalla de Budimír o Primera Batalla de Košice. La contienda enfrentó a soldados austriacos bien entrenados bajo el mando del general Franz Schlick contra fuerzas revolucionarias húngaras, compuestas por milicias locales sin experiencia y soldados conocidos como las tropas de Kossuth, lideradas por Sándor Pulszky.
El 11 de diciembre de 1848, en pleno invierno, tuvo lugar una batalla relámpago que duró sólo dos horas y que las tropas revolucionarias perdieron. Los historiadores se sienten especialmente atraídos por la información publicada en el periódico Felvidéki Közlöny del 20 de octubre de 1880, que afirma que los soldados polacos caídos fueron enterrados cerca de Ťahanovce, junto a un pilar de piedra, en 1848.
Ťahanovce es hoy un municipio de Košice. "La práctica militar dictaba que los soldados eran enterrados en el lugar de su caída para evitar epidemias", dijo a la página web de Korzár la concejala de Ťahanovce, Uršula Ambrušová, historiadora del Museo de Eslovaquia Oriental en Košice. Según Ambrušová, el pilar de piedra de 1782, en aquel momento una ruina dañada, probablemente se utilizó como punto de referencia para el entierro temporal de los soldados caídos. Las fuentes escritas sugieren que estos soldados no fueron enterrados nuevamente en un cementerio.
La investigación arqueológica debía confirmar o refutar esta hipótesis. "Gracias a la profesionalidad y la suerte arqueológica, mis dos colegas lograron encontrar los restos óseos de seis jóvenes polacos que, según sus huesos y dientes, tenían entre 19 y 20 años", dijo Ambrušová. Todo indica que fueron voluntarios polacos que cayeron en heroico combate el 11 de diciembre de 1848.
Los análisis de ADN proporcionarán más información sobre los caídos. El director del Museo de Eslovaquia Oriental, Dominik Béreš, destacó que es increíble cómo los supervivientes mostraron respeto y honor hacia los cuerpos de sus camaradas caídos. "A pesar de enfrentarse a la muerte, a condiciones difíciles y a un frío glacial, trataron a los caídos con el mayor respeto", dijo. "Este descubrimiento no es solo un hallazgo histórico, sino también un testimonio de la humanidad en situaciones existenciales y tiempos de gran tensión".
Los arqueólogos han identificado seis esqueletos, tres completos y tres parciales. Según los expertos, en total debería haber 20 cuerpos, probablemente enterrados bajo el montón. Además de los esqueletos, se descubrieron varios botones de latón y un botón de hierro. A uno de los soldados caídos también le cosieron monedas en el abrigo.
La embajada polaca informó a Korzár que están dispuestos a colaborar en la evaluación de los resultados de la investigación y en la creación de un sitio conmemorativo. "La embajada de Polonia está interesada en seguir apoyando esta iniciativa", afirmó el Cónsul Honorario de la República de Polonia, Ján Hudacký.
Imagen de portada: Restos de soldados muertos durante la batalla de Budimír en el este de Eslovaquia. (SME)