Descubren cáliz romano con grasa de cerdo en tumba anglosajona del siglo VI
En 2018, durante las excavaciones realizadas en Scremby, Lincolnshire, los arqueólogos descubrieron un cáliz de aleación de cobre esmaltado en una tumba femenina del siglo VI d.C. Este hallazgo se produjo como parte de un estudio sobre el cementerio del Período de Migración, excavado por la Universidad de Sheffield, que incluye 49 enterramientos datados entre el 480 y el 540 d.C.
El cáliz, que se encontraba junto a la cabeza de la fallecida, una niña designada Sk18, tiene aproximadamente 1.800 años de antigüedad y se conserva en buen estado. Este raro artefacto, conocido como el "Cáliz de Scremby", es único no solo por su antigüedad, sino también por su origen romano y su inclusión en un contexto funerario anglosajón. El cáliz mide 5,7 centímetros de alto y puede contener alrededor de 280 mililitros de líquido. En su superficie se pueden observar motivos de medias lunas y corazones, fundidos en la aleación de cobre y rellenados con esmalte de colores rojo, aguamarina y morado azulado intenso. La técnica de fundición a la cera perdida utilizada en su fabricación refleja la habilidad artesanal romana. Su estilo y materiales sugieren que pudo haber sido importado a Inglaterra desde Francia en el siglo III d.C., durante el período romano de Gran Bretaña.

El hecho de que el cáliz se haya encontrado intacto, colocado junto a la cabeza del difunto, lo diferencia de otros artefactos romanos que a menudo se reutilizaban como chatarra en contextos anglosajones. Los arqueólogos sugieren que el cáliz pudo haber tenido un uso ceremonial o ritual en el funeral. El análisis de los residuos en el interior del cáliz reveló rastros de grasa de cerdo cruda y sin calentar. Este hallazgo sugiere que el cáliz pudo haber sido usado con fines no culinarios, posiblemente con una función medicinal o ritual. Los textos bizantinos del siglo VI mencionan el uso de grasa de cerdo para tratar infecciones, lo que respalda esta teoría.
La inclusión del cáliz en el funeral de Sk18 podría señalar su valor como un símbolo de estatus o un objeto con connotaciones espirituales. Los artefactos romanos en contextos anglosajones a menudo se asociaban con el misticismo y la continuidad con el pasado romano.
Los investigadores están explorando dos teorías principales sobre cómo el cáliz llegó a este contexto. La primera teoría, respaldada por otros hallazgos arqueológicos, sugiere que el cáliz podría haber sido recuperado de una tumba romana anterior. La segunda, menos aceptada, plantea que el cáliz pudo haberse conservado durante generaciones como una reliquia o un objeto de valor familiar. Este interesante descubrimiento fue publicado en la edición de noviembre del European Journal of Archaeology.