El legado ambivalente del Unicornio: Entre la salvación y la ruina
Desde las profundidades de los mitos más antiguos y las páginas de historias que se desvanecen en la bruma del tiempo, emerge la figura del unicornio, un ser que encarna el dualismo de la naturaleza: un avatar de inocencia y gracia y, al mismo tiempo, una criatura de poder y presencia temible. Con un cuerno único y helicoidal que adorna su frente, este ser mitológico se ha establecido como un ícono perdurable en el panteón de lo fantástico. Al igual que los dragones, el unicornio se alza como un coloso legendario, cuyo perfil es universalmente conocido y cuyos orígenes se hunden en la prehistoria de la imaginación colectiva.
El unicornio nació de la alquimia de narrativas distorsionadas y relatos de viajeros mal interpretados, forjando su inmortalidad en textos antiguos y en el río caudaloso de la tradición oral. La odisea de su existencia ha navegado por el mar de los tiempos, anclándose firmemente en la cultura contemporánea. En la actualidad, se le representa comúnmente como un noble caballo de pelaje inmaculado, coronado por un cuerno afilado, el epítome de la belleza, la pureza y lo sobrenatural, a menudo vinculado a protector de jóvenes doncellas en los cuentos de hadas.
No obstante, hubo un tiempo en que la imagen del unicornio era menos benigna. Textos de la antigüedad lo pintaban como un ser feral y bestial, una criatura de cuatro patas con un cuerno formidable y facultades enigmáticas, según se documentaba en las crónicas de la naturaleza. Estos relatos hablan de un pasado más oscuro, de una bestia cuya majestuosidad era igualada solo por su misterio, una paradoja viviente forjada en la fragua de la mitología.
Caravanas de cuentos: Viajes y maravillas del mundo
Los antiguos textos de historia natural, custodios de la sabiduría de civilizaciones desvanecidas, ofrecían no meras fantasías, sino crónicas que afirmaban la existencia corpórea del unicornio, un enigma viviente que se decía habitaba los confines exóticos de la India. Fue Ctesias, un historiador griego del siglo IV a.C., quien en su obra "Indika" evocó la imagen de bestias similares a asnos salvajes, con pelajes de tonalidades cándidas, ardientes y oscuras, y coronadas por cuernos de majestuosa longitud.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Orígenes - Historia y Arqueología para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.