Nefilim: El misterio de su desaparición según antiguos textos
Hace más de seis décadas, en las profundidades de las cuevas de Qumrán, una sorpresa arqueológica sacudió los cimientos del conocimiento humano. Entre los casi mil antiguos rollos de papiro descubiertos, que arrojaban luz sobre diversos aspectos del pasado, se encontraba un hallazgo desconcertante: un texto singular que prometía desvelar los misterios en torno a la desaparición de los enigmáticos Nefilim. Este documento, bautizado como el "Libro de los Gigantes", desencadenó un torrente de preguntas y especulaciones entre los estudiosos.
Las referencias a los Nefilim en la Biblia, particularmente en el libro del Génesis, han intrigado a generaciones de estudiosos. Sin embargo, gran parte de la información detallada sobre estos gigantes proviene de un antiguo libro apócrifo conocido como el Libro de Enoc. Este texto religioso judío, atribuido a Enoc, el bisabuelo de Noé, ha sido objeto de debate en cuanto a su fecha de composición, con algunos eruditos sugiriendo que partes del texto podrían remontarse alrededor del año 300 a.C.
En efecto, Enoc es un personaje enigmático que despierta un gran interés debido a las misteriosas circunstancias de su vida y su destino final. Según el relato del Génesis, vivió en la Tierra durante 365 años antes de ser llevado por Dios: "caminaba con Dios, y él no era más; Dios se lo llevó".
Durante la época de Enoc, la Tierra estaba habitada por seres divinos conocidos como "ángeles", quienes interactuaban libremente con los seres humanos. Sin embargo, esta interacción tuvo consecuencias inesperadas cuando estos ángeles se unieron con las "hijas de los hombres", dando origen a una raza de seres híbridos excepcionalmente poderosos y gigantescos, conocidos como los Nefilim. Este mestizaje, según las antiguas escrituras, fue una de las causas principales del diluvio que, según la tradición, purgó la Tierra de su corrupción.
El origen exacto de la palabra "Nefilim" sigue siendo objeto de debate entre los expertos, quienes han propuesto varias traducciones plausibles. Algunas de estas incluyen "los caídos", "apóstatas" o "los que inducen a otros a caer". A pesar de esta incertidumbre lingüística, lo que sí es claro es que los Nefilim han sido históricamente asociados con la idea de gigantes, siendo sinónimo de una formidable estatura y fuerza sobrehumana.
Nefilim en el espacio: El misterioso viaje cósmico
El texto de los gigantes descubierto en las cuevas de Qumrán presenta una perspectiva única en comparación con el relato del Libro de Enoc. Aunque fragmentario, los pergaminos revelan un panorama sombrío: los Nefilim, al darse cuenta de las consecuencias devastadoras de sus acciones violentas y destructivas, reconocieron su inminente destrucción y buscaron a Enoc para que intercediera por ellos ante Dios.
Los Nefilim sembraban la tierra con terror, aniquilando toda vida a su paso. Pero cuando empezaron a ser visitados por sueños premonitorios, el miedo se infiltró en sus corazones. El primero en experimentar estas visiones fue Mahway, hijo del ángel Barakel. En su ensoñación, se le mostró una tabla sumergida en las aguas, las cuales devoraban todo a su alrededor excepto tres nombres, un presagio del diluvio y la subsiguiente destrucción que vendría sobre los descendientes de Noé. Sin embargo, el verdadero significado de este sueño escapaba a la comprensión de los Nefilim, quienes se veían incapaces de descifrar los misteriosos signos que les eran revelados.
Poco tiempo después, dos gigantes adicionales, Ohya y Hahya, hijos del ángel caído Shemyaza, también fueron visitados por sueños similares. En estas visiones, presenciaron cómo un árbol era arrancado completamente de raíz, excepto por tres de ellas que permanecían firmes. Este augurio desconcertante fue seguido por una cascada de sueños apocalípticos que afectaron al resto del grupo de gigantes.
"Entonces, dos de ellos tuvieron sueños y el conocimiento de los sueños huyó de sus ojos. Se levantaron y vinieron a [... y contaron] sus sueños, y hablaron en la asamblea de [sus compañeros], los monstruos [...]. En mi sueño, esta misma noche, vi un jardín [...] había jardineros que regaban [... doscientos árboles y] grandes brotes brotaron de su raíz [...]. Pero luego, todo fue consumido por el agua y el fuego, el jardín entero [...] Los gigantes desean que se les explique el sueño..."
Conscientes de la naturaleza profética de los sueños, los gigantes buscaron desesperadamente la ayuda de Enoc. Sin embargo, se encontraron con la desafortunada realidad de que Enoc ya había desaparecido de la faz de la Tierra. Ante esta situación, los Nefilim tomaron una decisión audaz: designaron a uno de ellos para embarcarse en un viaje cósmico en busca de Enoc.
"Mahway se elevó en el aire como los poderosos vientos y voló con la destreza de las águilas, dejando atrás el mundo habitado mientras cruzaba sobre la desolación, el vasto desierto de [...]. Enoc lo avistó y lo saludó, y Mahway le dijo [...] aquí y allá por segunda vez a Mahway [...] los gigantes aguardan sus palabras, así como todas las criaturas monstruosas de la Tierra. Si [...] has nacido [...] en el día de [...] tu [...] y se añadirán [...] deseamos comprender su significado [...] los doscientos árboles que caían desde el cielo..."
Es fascinante considerar las posibles interpretaciones de textos antiguos como estos, especialmente cuando se exploran desde una perspectiva más contemporánea. La idea de que Mahway podría haber despegado de la Tierra en una nave espacial, interpretando la descripción de volar "con las manos, como las águilas" como una metáfora, es ciertamente intrigante. Del mismo modo, la noción de la "desolación en el gran desierto" como una referencia al espacio interestelar añade una capa adicional de misterio y especulación.
Es importante recordar que, al considerar estas interpretaciones, debemos tener en cuenta el contexto histórico y cultural en el que se escribieron estos textos. Si bien es posible que algunas descripciones puedan resonar con conceptos modernos, también es posible que ciertos términos y metáforas tengan significados diferentes o más simbólicos en la época en que fueron escritos. Sin embargo, la exploración de estas posibilidades nos permite abrir nuestra mente a nuevas perspectivas y reflexionar sobre la naturaleza de la historia y la interpretación.
Enoc despide a Mahway con la promesa de interceder ante Dios en su nombre. Sin embargo, para consternación de los gigantes, las tablillas que Enoc les envía como respuesta no traen buenas noticias:
"El escribano Enoc [...] transcribe la segunda tablilla que [Enoc] envió con la misma mano de Enoc, el renombrado escriba [... En el nombre de Dios, el grande y santo, a Shemyaza y a todos [sus compañeros ...]: Que sepan que no [...] las acciones que han cometido, y que sus mujeres [...] ellos y sus hijos y las mujeres de [sus hijos], debido a su libertinaje sobre la tierra, han traído [aflicción] sobre ellos y la tierra se queja y clama por las obras de ustedes y sus hijos [...] el daño que han causado. [...] Hasta que Raphael venga, sepan que la destrucción [está cerca, un gran diluvio, que arrasará con todas las criaturas vivientes] tanto en tierra como en mar. El mensaje [...] para ustedes es de advertencia sobre el mal. Pero ahora, desaten los lazos que los atan al mal... y oren".
El texto no especifica si los Nefilim oraron a Dios en respuesta a la advertencia de Enoc. Sin embargo, lo que queda claro es que, de alguna manera, desaparecieron, lo que sugiere que el Diluvio Universal tuvo un efecto devastador en ellos, tal como se predijo. Este evento, una vez más, destaca la efectividad y la inevitabilidad de las consecuencias de sus acciones, incluso para seres tan poderosos como los Nefilim.
Imagen de portada: Perino Caida de los gigantes. (Dominio público)
Autor: Emily Lima Ferrerira